lunes, 18 de agosto de 2014

La cuarterona

Recordatorio:Comprobación de lectura el día jueves 21 de agosto de 2014.

Frente al espejo de Adria Cruz

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Me contaron, porque no lo recuerdo, que cuando era chiquita mi bisabuelo, blanco, blanquísimo, gordo, calvo, llegó a mi casa con su nueva esposa, joven, dominicana, negra, negrísima, con una gran peluca. Y yo salí corriendo como una loquita y me escondí, llorando y gritando de miedo. Miedo a ella y a su negritud.Después de ese episodio no tengo ningún recuerdo relativo al color de la piel, hasta que un día, tendría yo nueve o diez años, un vecino de una tía mía me confrontó a golpe de ofensa con la realidad. El muchacho, un par de años mayor que yo, me respondió con un “yo no cojo na’ de negros” cuando le ofrecí entremeses en una fiesta familiar. No le dije nada a nadie, me quedé terriblemente pasmada y seguí mi noche con el taco en la garganta.
Al día siguiente me paré frente a un espejo. “Pero si yo no soy negra”, pensé. “Soy trigueñita”.
Me crié entre “blancos”, excepto por mi mamá, de cuyo color nunca me percaté porque era mi mamá y las mamás no tienen color. Soy hija de un hombre principalmente blanco y de una mujer principalmente negra. Lo de “principalmente” es porque ésa es la raza o el color dominante en cada uno, pero en ambos hay mezcla, como en la mayoría de los puertorriqueños. Tengo varios hermanos de distintos tonos y distintos pelos. Desde el jabao hasta el “indio”. Pero yo crecí simplemente como “trigueñita”, como la mayoría de los puertorriqueños.
Cuando llegué a la iupi, me declaré negra a secas, para consternación de mi abuela, que temblaba cada vez que yo le decía en broma que tenía un novio negro y bembón. Yo trataba de hacerle ver que su racismo era ofensivo para mí, porque yo también era negra, pero ella no lo entendía. Para mi abuela blanca, su nieta favorita no es negra. Es trigueñita, de pelo lacio y labios discretos.
Tras salir de esa cápsula maravillosa que es la universidad, en el mundo real me volví a topar con el eufemismo. “Tú no eres negra. Eres trigueña... morena... india... mezclaíta... mestiza”, me han dicho blancos y negros por igual. Ah, sí. Porque me he encontrado a más de un negro que me ha mirado de arriba a abajo con desdén cuando me he declarado su igual.
Así que yo, hija del mestizaje, desubicada racial, reclamo mi derecho a ser simplemente bráun.
En estos días en los que resurge el tema del racismo en el Gobierno, he escuchado muchas verdades y muchos disparates. Si bien es cierto que aquí el que no tiene dinga tiene mandinga, y que los puestos gubernamentales se deben ocupar por capacidad y preparación y no por raza o color, la realidad histórica es que en un país bráun, negro y blanco, en ese orden, ha habido muy poca representación negra en los puestos de poder, tanto electivos como designados. Y eso nos debe preocupar a todos.
No me parece justo acusar a este gobierno ni a ningún otro de racismo, a menos que hayamos visto acciones deliberadas para discriminar, lo cual no creo sea el caso. Más bien, deberíamos acusarnos a nosotros mismos, todos, de todos los colores, por nuestra incapacidad para aceptar nuestro mestizaje, nuestro concubinato racial, nuestra historia (la verdadera, no la blanqueada y adornada) y nuestra diversidad. Para mí, es mucho más trágica la escasez de negros en los puestos electivos porque ésos son los que elegimos nosotros directamente y que se supone que nos representan.
Mientras no nos miremos al espejo y sigamos huyéndole a la realidad como yo a mi bisabuelastra, nuestros representantes no serán más que un reflejo de nuestra propia negación.

domingo, 17 de agosto de 2014

Las niñas nunca ganan




LAS NIÑAS NUNCA GANAN: MATRIMONIO FORZADO


LA GUERRA SIEMPRE TRAE CONSIGO UNA ESTELA DE SUFRIMIENTO

Ante la creciente ola de violencia en Siria, las familias han decidido reubicarse en campamentos para refugiados en Jordania. En tiempos de guerra, la preocupación principal es siempre salvar la vida. Sin embargo, cuando uno de los miembros de la familia es una niña, se añade otra preocupación: la deshonra.
Dejando a un lado los esquemas sociales y los cánones culturales de las familias del Medio Oriente, el tener que huir de la casa, de la tierra, y del país de nacimiento y de crianza siempre es una situación traumática. La guerra siempre trae consigo una estela de sufrimiento que deja los mayores estragos en la población civil, en los indefensos, y en los niños y niñas que probablemente no entiendan el por qué ni el cómo de los conflictos bélicos.
La guerra se vive directa o indirectamente. Los medios de comunicación se encargan de que tengamos una buena dosis de realidad bélica todos los días. Sabemos que los habitantes de los países en guerra sufren porque vemos sangre. No estamos equivocados. Sin embargo, hay una gran parte de la población la cual sus gritos casi nunca se escuchan porque sus voces son muy débiles para ser escuchadas: las niñas.
Al llegar al campo de refugiados en Jordania, los padres (y cuando digo “padres,” no incluyo a las madres), con hijas mujeres se enfrentan al dilema de casarlas o vivir con la deshonra de una hija violada. Para “proteger” a sus hijas menores de edad, los padres optan por casarlas con hombres 10 o 20 años mayores que ellas. Suena ilógico y hasta tribal, pero es la realidad de las niñas sirias.

LOS PADRES FUERZAN A SUS HIJAS A CONTRAER MATRIMONIO

Varias agencias como UNICEF y Save the Children (Salva a los Niños) ya han alertado acerca de esta práctica cuyo porcentaje alcanzó un 25% en 2013. Muchos de los testimonios que recogen ambas agencias coinciden. Los padres fuerzan a sus hijas menores de edad a contraer matrimonio para protegerlas de los abusos sexuales y para aliviar la situación económica de la familia. Sin embargo, el casarse con un hombre mucho mayor representa para las niñas un riesgo a su salud física y emocional. El matrimonio significa abandonar la escuela. También implica tener relaciones sexuales, incluso cuando sus cuerpos no están lo suficientemente desarrollados para el acto sexual. Pero sobre todo, significa vivir un cuadro de supresión sistemático del que casi nunca hay escapatoria.
Son muy pocas las niñas que comunican su tristeza o depresión a su familia. Las madres conscientes de lo represivo e injusto del matrimonio forzado muchas veces se muerden la lengua. El cuadro de represión femenina tal vez no se herede, pero está sumamente arraigado a la sociedad siria y a muchas otras.
No nos engañemos; las prácticas machistas y de supresión hacia la mujer aún se llevan a cabo en muchos países. Algunas activistas y estudiosas aseguran que tienen origen en la cultura o simplemente en la idea (errónea) de que en las cuestiones de género, el físico masculino equivale a más poder, más inteligencia, y más derechos. Es decir, entre el hombre y la mujer, el primero es más fuerte. Fuerza equivale a poder. Por lo tanto, el hombre tiene el poder. En fin, una noción darwinista, arcaica, y misógina de la sociedad.

EL MATRIMONIO FORZADO PUEDE SONAR TAN MAL COMO EL RUIDO DE LOS MORTEROS Y LAS METRALLETAS

Me pregunto si los padres de las niñas sirias piensan más en dormir tranquilos por las noches o en el dolor que sienten sus hijas al saberse en manos de un extraño. Sin saberlo o sabiéndolo, al casar a sus hijas forzadamente, las empujan al cuadro de violencia del que querían protegerlas en un principio. Para las niñas sirias, el huir de una guerra equivale a estar atrapada en otra. Para muchas de nosotras, el matrimonio forzado puede sonar tan mal como el ruido de los morteros y las metralletas. Es un sonido que trae consigo la noción de tristeza y desolación. Es el sonido de la pérdida sistemática de los derechos humanos.
Lejos de su país de origen, obligadas a vivir una vida en la que no se puede soñar (porque la dura realidad arropa y absorbe el inconsciente), sin recursos para estudiar ni desarrollarse a nivel profesional, sintiéndose una carga económica para la familia; así viven las niñas sirias y miles de mujeres alrededor del mundo. Con la guerra, todos perdemos. Pero afortunadamente, sabemos que tenemos una voz, un derecho inalienable a una vida mejor. Ese no es el caso para las niñas sirias. Su voz nunca se escucha. Ellas nunca ganan.a-ganan-matrimonio-forzado/
http://www.wideearthmedia.com/abogado/blog/las-ninas-nunc


Karaoke Eligia Elena

En la clase del viernes los estudiantes observaron el video del concierto en vivo de Rubén Blades y luego demostraron sus talentos entonando la canción.  





jueves, 14 de agosto de 2014

Tema los prejuicios sociales y raciales

Ligia Elena 

Rubén Blades

Ligia Elena, la cándida niña de la sociedad, 
se ha fugado con un trompetista de la vecindad. 
El padre la busca afanosamente, lo está comentando toda la gente, 
y la madre pregunta angustiada: en dónde estará? 

De nada sirvieron regaños, ni viajes, ni monjas, 

ni las promesas de amor que le hicieran los niños de bien; 
fue tan buena la nota que dio aquel humilde trompeta 
que, entre acordes de cariño eterno, se fué ella con él. 

Se han mudado a un cuarto chiquito con muy pocos muebles, 

y allí viven contentos y llenos de felicidad. 
Mientras tristes, los padres, preguntan: "¿En donde fallamos?" 
Ligia Elena con su trompetista amándose están. 

Dulcemente se escurren los días en aquel cuartito, 

mientras que en las mansiones lujosas de la sociedad, 
otras niñas que saben del cuento, al dormir, se preguntan: 
"¿Ay señor!, y mi trompetista cuándo llegará?" 
Otras niñas que saben del cuento, al dormir, se preguntan: 
"¿Ay señor!, y mi trompetista cuándo llegará?" 

(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 

Ligia Elena está contenta y su familia está asfixi'á. 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
Se escapó con un trompeta de la vecindad'. 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
Se llevaron la niña del ojo 'el papá. 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
"¿En donde fallamos?", pregunta mamá. 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
Se a colado un binche en la blanca sociedad. 

Davi deo dodó, davi deoo dodó... 


(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 

Pudo más el amor que el dinero.., ¡señor! 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
¡Qué buena la nota que dio aquel trompeta! 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
Eso del racismo, broder, no está en ná'. 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
"¡Déjala que la agarre!", nos jura el papá. 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
Ligia Elena está llena de felicidad. 

("!Le voy a enseñar..¡, 

que yo la voy a agarrar!. 
Yo la voy a agarrar! 
!Horror¡, 
!Horror¡) 

Mire doña Gertrudis, 

le digo que estoy.., 
pero es que, mire: 
A mi lo que más me.., 
(mmmm...) 
a mí lo que más me.., 
(mmmm...) 
a mí lo que más me... ¡choca! 
es que esa mal agradecida, 
yo pensaba que me iba a dar un nietecito con.., 
los cabellos rubios, 
los ojos rubios, 
los dientes rubios, 
como Fry Donahew, 
y va y se marcha con ese.., 
¡con ese tusa! 

(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 

(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.) 
(Ligia Elena está contenta y su familia está a'fixi'á.)

Prueba Diagnóstica y Actividad de exploración

Los estudiantes del curso Tras las huellas tomaron en el día de hoy la prueba diagnóstica del curso.  Una vez completada se le repartió la actividad de exploración  titulada Palabragrama: los prejuicios raciales .




Escuela Bonifacio Sánchez Jiménez
Aibonito Puerto Rico
Distrito Escolar Barranquitas
Región Educativa de Caguas



Programa de Estudios Sociales






PRUEBA DIAGNÓSTICA
 PARA ESTUDIANTES DE DUODÉCIMO GRADO




DOCUMENTO DE TRABAJO







Nombre_______________________                                      Tras las Huellas del hombre negro y la mujer
Fecha _________________________                                               negra en la historia de Puerto Rico                  
Grupo ______________ Grado ____                                                Sra. Ana Margarita Pérez Santiago
Destreza de conceptos
Actividad de exploración:  Los siguientes conceptos introducen el tema del prejuicio.  La maestra lo que desea es explorar tu conocimiento con respecto a éstos.
Tema: Palabragrama:   Los prejuicios raciales en Puerto Rico
Instrucciones: A continuación encontrarás unos conceptos.  Busca los conceptos en el palabragrama.  Luego busca su definición y escribe una oración compleja con cada uno de éstos.


1.       Prejuicio
2.       Racismo
3.       Prejuicio racial
4.       Discrimen
5.       Prejuicio social
6.       Identidad racial
7.       Raza


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