En algunas ocasiones, los esclavos podían disfrutar de diversiones sencillas, siempre y cuando hubieran cumplido con sus deberes laborales y religiosos. Estos momentos de esparcimiento se llevaban a cabo en días festivos, entre las tres de la tarde y la puesta del sol. Así, los esclavos de una misma hacienda celebraban fiestas, bailes y juegos bajo la supervisión de los mayordomos de la estancia.
En estos momentos, los esclavos entonaban canciones y bailaban al ritmo de instrumentos de percusión, como el tam-tam africano o el tamboril desarrollado por los esclavos en la Isla. Díaz Soler menciona, además, un "guitarrillo" de cuatro cuerdas, creado por los esclavos a partir de la guitarra española.
En estos momentos, los esclavos entonaban canciones y bailaban al ritmo de instrumentos de percusión, como el tam-tam africano o el tamboril desarrollado por los esclavos en la Isla. Díaz Soler menciona, además, un "guitarrillo" de cuatro cuerdas, creado por los esclavos a partir de la guitarra española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario